Abrigos para mis perros

Mucho tiempo sin publicar, pero no olvido el punto, estas temperaturas tan frías me han obligado a abandonar las tareas que tenía entre manos y comenzar otras.

Para Neska, la perrita más vieja, le he hecho un abriguito rojo. Habría que hacerle varios retoques, de momento, así se queda.

Lira, que es la más friolera, con un hilo de pura lana gruesa he acabado este jersey, sin patrón y sobre la marcha. Le he tenido que deshacer varias veces, ya le doy por terminado.

He empezado otro para Lagun, con algunas variaciones, para que el resultado sea mejor. Si sigo así, seré una experta en ropa para perros.

Lady february sweater

La he acabado con bastante rapidez, creo que el motivo es que no tiene costuras y no hay que coger la aguja para coserla. Parece mentira, ¿por qué me costará tanto coser?

Sin remedio

Sólo necesito unos días de descanso para liarme otra vez; he empezado tres chaquetas, una de ellas es el mendigoizale, que le tengo unas ganas...

Dedicado a una galga (Un bello escrito)

Articulo publicado en GARA 2/5/2010
“Murió hace tres días, dulcemente y con los ojos abiertos. Me buscó hasta el último momento para darme su beso fugaz. Durante siete años -¡Dios, que rápido pasa el tiempo!- pobló de compañía mis crecientes soledades de anciano.
Nunca me exigió nada a cambio de su inmensa y callada fidelidad. Apenas notaba sus pasos tras de mí cuando acudía solícita a reconfortarme con su presencia. Si la injusticia que puebla el mundo me cegaba de ira me enseñaba benevolencia. Con su vida inalterable en la verdad sencilla me adiestró en el ejercicio de la verdad que yace firme en el fondo del espíritu. Si me precitaba, me imponía prudencia. Si me atenazaba el dolor sabía darme calor. Si olvidaba mis deberes me rondaba con discreción. Si la requería acudía con paso presto. En mis insomnios, velaba. En mis angustias, permanecía quieta y vigilante. Amaba la naturaleza y me enseñó a contemplar con paz las entrañables picardías de los gorriones, el pájaro que te da las gracias cuando te roba la miga que hay en la mesa siempre opulenta a los ojos del necesitado. Me esperaba despierta hasta la madrugada. Amanecía presta y me acuciaba contra la pereza. Supo llevar su maldito cáncer con la candidez de quien no padece.
Al morir me enseñó a confiar en el más allá. Hoy sus cenizas, para mí sagradas, esperan pacientemente a las mías y en la noche escucho su respiración acompasada. Porque en todas las cenizas reside el Espíritu.
Cuando los hombres poderosos decretaron mi exilio ella aceptó con alegría el destierro y me enseñó el lujo de las horas. Mi nimiedad siempre la consideró importante y supo indicarme el destino verdadero, que es la visión de un árbol y el juego de las nubes. Se llamaba Rita. Nada más. Era una pequeña galga hija de padre desconocido. Nunca llameis perro a alguien despreciable.”
Antonio Alvarez-Solís I periodista

Bufanda reconvertida

La lana, en realidad, iba a ser un jersey a ganchillo. Cuando tenía hechos el delantero y la espalda, me di cuenta de que no me gustaba nada. A pesar de ser una experta en hacer y deshacer, siempre me da una rabia tremenda; superado ese momento y para que no quedaran los ovillos en el baúl los he reconvertido en una bufanda, a punto inglés; el resto creo que será una manta que la tengo empezada hace ya...

Encuentro con la asociación galgo leku

Hoy hemos estado paseando con la gente de la asociación galgo leku. Rescatan galgos, los socializan y ponen a disposición de familias que quieran adoptar.

Oli no es galgo, pero también nos ha acompañado y se ha unido a la causa.

Paseo, después siesta

¡Vamos a las rocas! ¡Cuántos olores! ¿Eh? Tenemos que volver a casa, ¡me está llamando Pintxo! para echar una siesta.