Estos días los he aprovechado para visitar Cuenca y alrededores. A pesar del frío ha merecido la pena. Me ha encantado. Además de las casas colgantes, el barrio antiguo, la catedral gótica, muy parecida a Notre Dame de Paris; también impresionante la ciudad encantada, con las caprichosas formas producto de la erosión; Valeria, asentamiento con restos de los diferentes pueblos que pasaron por la zona, y el nacimiento del rio Cuervo. Hacía tanto frío que me costaba sacar la máquina de fotos, así que algunas imágenes quedarán grabadas en la retina, otras, tuve suficiente valentía y puedo mostrar algún paisaje.


Como el viaje era largo, aproveché para llevar las agujas circulares, las más cómodas para tejer en el coche y empecé un buff con restos de lana que tenía. Pensé que no haría nada, pero en el viaje de vuelta me animé y casi, casi lo acabé.
